La Alarma de la "Democracia Amenazada", La contundente declaración de Ingrid Betancourt –“No aceptamos convertir a Colombia en un paraíso para delincuentes. (...) Mientras Petro urde para acabar la democracia, Uribe la defiende”— es un llamado a las trincheras. Con su autoridad moral, Betancourt capitaliza dos miedos profundos en la sociedad colombiana: la impunidad de las "Paz Total" y el temor a la erosión institucional por parte del Gobierno Petro.

La crítica directa a la "Paz Total" resuena entre quienes ven en la flexibilización de la justicia una debilidad del Estado de Derecho, favoreciendo a estructuras criminales.


 Uribe, el Nuevo Guardián

La parte más polémica es la elevación de Álvaro Uribe a la categoría de "defensor de la democracia" frente a un Petro que supuestamente "urde" para destruirla. Esta narrativa no solo valida la tesis de una amenaza autoritaria, sino que posiciona a Uribe como el único baluarte de la resistencia.

En el contexto de la planeada "gran coalición" para 2026, la declaración funciona como un poderoso argumento ideológico para que las diversas fuerzas de oposición (centro y derecha) se agrupen incondicionalmente alrededor del liderazgo del expresidente. Es un intento de revivir la mística del "orden" frente al "caos".


 La Peligrosa Simplificación

La postura de Betancourt, sin embargo, peca de una peligrosa simplificación. Sostener que Petro "urde" para acabar la democracia es una hipérbole que deslegitima el debate y la crítica constructiva. Asimismo, reducir la defensa del sistema a un solo líder (Uribe) ignora la solidez de las instituciones colombianas: las cortes, el Congreso y la sociedad civil ejercen un contrapeso constante que no depende de personalismos.


 Conclusión: Una Estrategia Polarizante

La frase de Betancourt es un arma de movilización masiva. Busca consolidar a la oposición apelando a la premisa más básica y emocional: la defensa de la ley y el orden. Al revivir el antagonismo Uribe vs. Petro, se asegura que el próximo ciclo electoral se definirá por la polarización extrema, dificultando el surgimiento de un centro dialogante.