La noticia del fallecimiento de José María Acevedo Alzate a la admirable edad de 106 años, si bien marca el fin de un ciclo vital, sella para siempre un legado de emprendimiento, tenacidad y profunda humildad que trasciende el ámbito empresarial. El fundador de Haceb no fue simplemente un industrial exitoso; fue la viva demostración de que la visión, combinada con la constancia inquebrantable, es el motor más poderoso para forjar un imperio.
Su imagen, conduciendo con humildad y gallardía en su icónico Renault 4, se convierte en un símbolo poderoso que desmantela el mito de que el éxito requiere oropeles desde sus inicios. Don José María nos enseñó que la verdadera riqueza de un proyecto reside en la convicción de su creador.
De Dos Destornilladores a un Imperio
La historia de Haceb, tal como se relata, comenzó con la simplicidad de "dos destornilladores y un alicate". Este inicio austero no es solo un dato biográfico, sino una metáfora poderosa para el emprendedor colombiano:
- La fe en lo pequeño: Demuestra que las grandes empresas nacen de ideas sencillas y de la voluntad de trabajar con lo que se tiene.
- El valor de la constancia: Haceb, más que una marca de electrodomésticos, es la materialización de décadas de esfuerzo, adaptación y la negativa a rendirse ante los desafíos. Es la "constancia de trabajo" elevada a filosofía corporativa.
En un mundo que a menudo glorifica la inmediatez y el capital de riesgo, la trayectoria de Acevedo Alzate es un faro que recuerda la valía del trabajo duro, metódico y paciente. El empresario encarna el espíritu de que "lo que uno se propone se puede lograr", una máxima que debería ser el mantra en cada taller, oficina y aula del país.
El Legado Trascendente
La promesa de Haceb de "mantener su legado" tras su partida debe ir más allá de la sostenibilidad económica de la empresa. El verdadero legado de José María Acevedo Alzate reside en:
- La Cultura Empresarial: Preservar la humildad en la cúpula directiva y el reconocimiento al valor de cada trabajador, elementos que, sin duda, forjaron el carácter inicial de la compañía.
- La Inspiración: Continuar siendo la historia que se cuenta a los jóvenes para demostrar que el origen no dicta el destino, y que la perseverancia puede más que la fortuna.
- El Producto Nacional: Mantener viva la calidad y el sello de una marca que, desde Colombia, se hizo un lugar en los hogares, compitiendo con gigantes internacionales.
Don José María se despide dejando una huella imborrable. No solo fundó una marca de electrodomésticos; forjó una mentalidad. Su vida es un manual de instrucción sobre cómo construir un sueño, paso a paso, destornillador a destornillador. Que su Renault 4, humilde y gallardo, siga rodando en la memoria colectiva como el símbolo de la tenacidad colombiana.