Es innegable la capacidad que tienen los conflictos internacionales de captar la atención global. La *guerra en Palestina*, con su complejidad histórica y su dolor humano, es un foco noticioso que domina las agendas mediáticas y polariza opiniones. Sin embargo, para nosotros, los *colombianos*, esta dolorosa realidad externa no puede, bajo ninguna circunstancia, convertirse en un* distractor* o un *velo que opaque los problemas urgentes y acuciantes que vivimos en nuestro propio territorio*.

*El Drama Interno: Una Crisis que No Espera*

Mientras el mundo debate y toma partido en un conflicto a miles de kilómetros, la realidad nacional nos golpea con una crudeza insostenible. Los titulares locales están llenos de tragedias que demandan la atención inmediata y prioritaria del Gobierno Nacional:

  • *Atentados con Drones:* El uso de tecnología bélica avanzada, como los drones, por parte de grupos armados ilegales representa una escalada peligrosa en la confrontación, afectando directamente a la población civil y a la fuerza pública. Esto no es una amenaza lejana; es una realidad de seguridad que se cierne sobre varias regiones.
  • *Masacres Persistentes:* La sombra de la violencia sigue cobrando vidas de manera sistemática. Las masacres no son meras cifras; son el trágico reflejo de la *fragilidad de la paz *en ciertas zonas y de la falta de control territorial efectivo. Cada vida perdida en estos actos es un fracaso de la protección estatal.
  • *Desplazamiento Forzado, Homicidios de Líderes Sociales, y Extorsión:* A estas tragedias se suman problemáticas crónicas que desangran el país, como el desplazamiento de comunidades, el asesinato de quienes defienden los derechos humanos y la extorsión que asfixia la economía regional.

 

*La Responsabilidad del Gobierno: Mirar Hacia Adentro*

El Gobierno Nacional tiene la *obligación primordial* de garantizar la vida, la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. Si bien la política exterior es importante y Colombia, como miembro de la comunidad internacional, debe tener una postura, esta *no puede ni debe ser la prioridad N.º 1* cuando el país arde.

La impresión generalizada es que se está invirtiendo una energía desmedida en invitar a los colombianos a *apoyar un conflicto ajeno*, en lugar de utilizar esa misma* capacidad de convocatoria y liderazgo* para unir al país en torno a la solución de sus propios y más graves problemas. Es como si se buscara *"apagar nuestras realidades"* invitándonos a enfocar el dolor y la indignación en tragedias lejanas, mientras las nuestras se vuelven rutina.

*Colombia enfrenta un conflicto interno, aunque metamorfoseado*, que en muchos aspectos es *"peor"* que la atención que se le presta, pues ocurre en la cotidianidad y nos roba la esperanza de un futuro tranquilo. La ciudadanía exige ver al Estado desplegar toda su maquinaria en la *defensa de su gente y de su territorio*, no en la articulación de discursos sobre geopolítica global que, aunque legítimos, resultan tangenciales a la crisis que enfrentamos.

 *Conclusión: De la Distracción a la Acción*

Necesitamos que la cúpula del poder vuelva sus ojos, recursos y esfuerzos al *eje central de su mandato*: resolver los problemas de seguridad y convivencia en Colombia. La guerra de Palestina merece nuestra compasión, pero *nuestra propia paz merece nuestra acción urgente*.

No es un llamado al aislamiento, sino un *llamado a la prioridad*. El foco de la política nacional debe ser *Colombia*. Es hora de que el gobierno demuestre que la *vida de un colombiano vale más* que cualquier titular internacional y que la única bandera que debe levantar con fervor es la de la *seguridad y la justicia en casa*. La crisis es nuestra, y la solución también debe serlo

 Entérate en *Instagram, X, TikTok, Whatsapp, Facebook, threads,* y gratis en nuestra Noticia diaria ¿Dudas o sugerencias? escríbenos a noticias@caucaextremo.com

*www.caucaextremo.com #laotracaradelanoticia & Colombia extremo Televisión #cercadeti*