La reciente decisión del Centro Democrático de optar por una *lista cerrada*, promovida por Álvaro Uribe Vélez, ha desatado una notable *ironía* en el escenario político del Cauca. Lo que se observa es una metamorfosis política: aquellos que en el pasado fueron críticos acérrimos o mantuvieron distancia del *Uribismo* hoy se presentan como los más fervientes defensores de sus banderas. *Esta contradicción pone en evidencia una preocupante doble moral*.

*Aves de Rapiña y el ‘Pastel’ del Poder*

No *podemos ignorar que muchos de estos nuevos ‘conversos’ al Uribismo* parecen ser simples *«aves de rapiña»* qué buscan asegurar su puesto en el tarjetón. Son individuos que han mantenido alianzas históricas con figuras y sectores de dudosa reputación, cuyo *«inri hacia temas oscuros»* es innegable.

Pretender una imagen de pureza y pavonearse como *«impolutos»* es una burla al electorado, especialmente cuando es claro que *«también comieron de ese pastel»* del clientelismo y las prácticas cuestionables del pasado. La política, una vez más, muestra su cara más oportunista, *donde la lealtad se compra con la cercanía al poder y no con principios firmes*.