La noticia de la inclusión del presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, en la temida Lista Clinton (lista OFAC del Departamento del Tesoro de EE. UU.) ha trascendido la esfera política para aterrizar con un golpe seco en las operaciones financieras del Estado y, sorprendentemente, en el pago del salario presidencial. Esta situación no es solo un revés personal para el mandatario, sino una parálisis potencial para la diplomacia y las finanzas públicas.
Un Castigo de Consecuencias Inmediatas
La Lista Clinton es un arma de guerra financiera que prohíbe a cualquier ciudadano o entidad estadounidense (incluyendo bancos y corporaciones con presencia global, como las redes de tarjetas de crédito) realizar transacciones con las personas o empresas designadas.
Los efectos se están sintiendo de manera inmediata y palpable:
Bloqueo Salarial: El pago del sueldo del Presidente y de sus agentes diplomáticos se encuentra en un limbo. Las entidades financieras, por miedo a ser penalizadas, bloquean o rechazan cualquier transferencia que involucre al mandatario.
Negativa de Servicios: El incidente en Cabo Verde, donde se negó el suministro de gasolina al avión presidencial, es una muestra del efecto paralizador del listado en servicios básicos internacionales.
Riesgo Diplomático: Los diplomáticos en el exterior son cruciales para el funcionamiento del Estado. Si sus salarios y gastos operativos son bloqueados, la capacidad de representación y gestión de Colombia en el mundo se ve severamente comprometida.
El "Efecto Contagio": Un Riesgo Sistémico
La preocupación escaló a nivel sistémico con el análisis expuesto por el exdirector del DAPRE, Víctor Muñoz. El dilema del DAPRE no es solo cómo pagarle a Petro, sino cómo evitar el "efecto contagio" o la "contaminación" financiera:
El peligro del Banco Agrario: Si el Ministerio de Hacienda, cuyas cuentas en el exterior son vigiladas, gira el sueldo a una cuenta nacional (como podría ser el Banco Agrario, un banco estatal), esa transferencia podría contaminar a la entidad receptora.
Si el Banco Agrario queda expuesto a sanciones por interactuar con una persona en la Lista Clinton, las consecuencias serían catastróficas:
Pérdida de Franquicias: El banco podría perder sus convenios con redes globales como Visa y Mastercard, afectando no solo al presidente, sino a miles de clientes y a la operatividad del sistema financiero colombiano.
Soluciones Urgentes vs. La Soberanía
Esta crisis exige al Gobierno una respuesta urgente, pero las alternativas son limitadas y complejas. ¿Se optará por el pago en efectivo? ¿Se buscarán canales bancarios que no tengan ninguna conexión con el sistema financiero estadounidense (una tarea casi imposible en la banca moderna)?
Más allá de la logística del pago, este bloqueo plantea un grave problema de soberanía. Un poder extranjero está afectando la capacidad del jefe de Estado para recibir su remuneración y, con ello, poniendo trabas al funcionamiento básico de la República.
El Gobierno debe actuar con la mayor transparencia y rapidez, informando a la opinión pública sobre las medidas de mitigación que se tomen y los riesgos que se asumen, pues la Lista Clinton ha pasado de ser una advertencia política a una amenaza concreta para la economía y la diplomacia colombiana.