La decisión de segunda instancia que absolvió al expresidente Álvaro Uribe Vélez no es un hecho que pueda limitarse al expediente judicial; es, sin duda, un sismo político que reconfigura el panorama electoral colombiano de cara a 2026.
El
magistrado *Manuel Antonio Merchán* fue claro: las pruebas no
acreditaron el "vínculo doloso exigido por la ley" para calificar a
Uribe como determinador de una conducta punible, revocando así la condena
inicial por soborno. La Sala enfatizó un punto crucial para el derecho penal:
la figura de la determinación exige dolo directo (la intención clara de
cometer el delito), y no el dolo eventual. Esta corrección jurídica no solo
desbarata la argumentación de primera instancia, sino que provee una victoria
simbólica de incalculable valor político.
*Para el sector que apoya al
expresidente, este fallo no es un simple ‘ganar un caso’; es la validación de
su narrativa de una presunta persecución política* La orden de compulsar copias para
que se investigue al testigo Carlos Enrique Vélez añade una capa adicional de
vindicación para el uribismo.
*El Uribismo Vivo: Un Catalizador para 2026*
La realidad
es que, al liberarse de una condena en una instancia superior, el expresidente
Uribe no solo gana la tranquilidad personal, sino que recupera una posición de *liderazgo
político incontestable*. El "Uribismo cada día está más vivo y
fuerte" porque se le ha quitado la principal losa que limitaba su
capacidad de maniobra y movilización.
*Con este fallo, la base electoral
de la derecha se siente reforzada*. En un contexto donde la seguridad se percibe
deteriorada y el descontento con el actual gobierno alimenta un deseo de
cambio, la absolución de Uribe sirve como un potente catalizador. Se espera que
la lista al Senado del Centro Democrático para las elecciones de 2026, con el
posible apoyo directo del expresidente, se consolide como la más votada,
articulando desde allí la estrategia para recuperar la Presidencia.
*La Ola de la Seguridad y el Progreso*
El *giro a la derecha para 2026, que ya venía
gestándose por temas de orden público y economía, recibe ahora un impulso
crucial. La absolución de Uribe permite al sector de la derecha enfocarse
completamente en los temas que históricamente* le han dado éxito: la* seguridad
y el progreso* económico, dejando de lado la constante defensa jurídica.
En
conclusión, la decisión del magistrado Merchán trasciende lo legal. Más allá de
la opinión personal sobre la figura del expresidente, este fallo marca un punto
de inflexión. No solo cierra un turbulento capítulo jurídico, sino que *inaugura
formalmente la campaña de 2026*, posicionando a la derecha colombiana con
una narrativa fortalecida y un líder activo para enfrentar los próximos
comicios. *El desafío ahora es convertir
esta victoria judicial en una victoria electoral, consolidando la
"ola" que promete un regreso al esquema de seguridad y orden.*