El *fleteo*, esa dolorosa modalidad de hurto que convierte un trámite bancario en una pesadilla, es una realidad que sigue azotando a la ciudadanía. Si bien la responsabilidad del Estado en la seguridad es innegable, debemos reconocer que en muchas ocasiones, el *descuido o la desinformación* de los propios ciudadanos se convierten en un factor de riesgo que los delincuentes aprovechan.

 

*La Barrera de la Desconfianza y el Desconocimiento*

Es un hecho que la *Policía Nacional* ofrece un servicio vital y *completamente gratuito: el acompañamiento policial* al momento de retirar o consignar sumas considerables de dinero en entidades bancarias. Esta medida simple, pero efectiva, está diseñada precisamente para disuadir a los fleteros y proteger la integridad y el patrimonio de las personas.

Sin embargo, a pesar de estar disponible, este servicio a menudo es *ignorado o rechazado*. ¿Por qué? Principalmente por dos razones:

  1. *Falta de información:* Muchos ciudadanos, especialmente aquellos que no están familiarizados con los canales de comunicación oficiales o que no tienen la costumbre de preguntar, simplemente *desconocen* la existencia de este beneficio.
  2. *Desconfianza:* Existe un segmento de la población que, por diversas razones, desconfía de la institucionalidad y prefiere no "molestar" a las autoridades o, peor aún, teme que el mismo acompañamiento pueda ser una señal para los delincuentes.

 

*Un Llamado a la Prevención y la Conciencia*

La falta de solicitud de este servicio no solo es un error, sino una invitación al riesgo. Una vez que se ha sido víctima del fleteo, las quejas y lamentos sobre el dinero perdido ya no tienen vuelta atrás.

*La prevención es la mejor herramienta*. Es hora de dejar a un lado el mito de que este servicio es engorroso o que no es seguro. La Policía Nacional, a través de sus líneas de atención o directamente en los CAI y estaciones, está lista para ofrecer esta escolta. No tiene costo y su único objetivo es garantizar que su transacción se realice sin sobresaltos.

No se trata solo de la seguridad bancaria; se trata de tomar una *actitud proactiva* frente al crimen. Cuando vaya a realizar un movimiento de dinero importante, deténgase un momento y piense: *¿Vale la pena arriesgar mi patrimonio por no hacer una simple llamada o por la desconfianza infundada?*

La respuesta es un rotundo *NO*. La próxima vez que deba retirar o consignar una cantidad significativa de dinero, *solicite el acompañamiento policial*. Es su derecho, es gratuito, y es la medida más inteligente que puede tomar para asegurarse de que su esfuerzo y su dinero lleguen a salvo a su destino. Después, no se queje: *actúe hoy*.