El *fleteo*,
esa dolorosa modalidad de hurto que convierte un trámite bancario en una
pesadilla, es una realidad que sigue azotando a la ciudadanía. Si bien la
responsabilidad del Estado en la seguridad es innegable, debemos reconocer que
en muchas ocasiones, el *descuido o la desinformación* de los propios
ciudadanos se convierten en un factor de riesgo que los delincuentes
aprovechan.
*La Barrera de la Desconfianza y el Desconocimiento*
Es un hecho
que la *Policía Nacional* ofrece un servicio vital y *completamente
gratuito: el acompañamiento policial* al momento de retirar o
consignar sumas considerables de dinero en entidades bancarias. Esta medida
simple, pero efectiva, está diseñada precisamente para disuadir a los fleteros
y proteger la integridad y el patrimonio de las personas.
Sin embargo,
a pesar de estar disponible, este servicio a menudo es *ignorado o rechazado*.
¿Por qué? Principalmente por dos razones:
- *Falta de información:* Muchos ciudadanos, especialmente
aquellos que no están familiarizados con los canales de comunicación
oficiales o que no tienen la costumbre de preguntar, simplemente *desconocen*
la existencia de este beneficio.
- *Desconfianza:* Existe un segmento de la
población que, por diversas razones, desconfía de la institucionalidad y
prefiere no "molestar" a las autoridades o, peor aún, teme que
el mismo acompañamiento pueda ser una señal para los delincuentes.
*Un Llamado a la Prevención y la Conciencia*
La falta de
solicitud de este servicio no solo es un error, sino una invitación al riesgo.
Una vez que se ha sido víctima del fleteo, las quejas y lamentos sobre el
dinero perdido ya no tienen vuelta atrás.
*La
prevención es la mejor herramienta*. Es hora de dejar a un lado el mito de que este
servicio es engorroso o que no es seguro. La Policía Nacional, a través de sus
líneas de atención o directamente en los CAI y estaciones, está lista para
ofrecer esta escolta. No tiene costo y su único objetivo es garantizar
que su transacción se realice sin sobresaltos.
No se trata
solo de la seguridad bancaria; se trata de tomar una *actitud proactiva*
frente al crimen. Cuando vaya a realizar un movimiento de dinero importante,
deténgase un momento y piense: *¿Vale la pena arriesgar mi patrimonio por no
hacer una simple llamada o por la desconfianza infundada?*
La respuesta
es un rotundo *NO*. La próxima vez que deba retirar o consignar una
cantidad significativa de dinero, *solicite el acompañamiento policial*.
Es su derecho, es gratuito, y es la medida más inteligente que puede tomar para
asegurarse de que su esfuerzo y su dinero lleguen a salvo a su destino.
Después, no se queje: *actúe hoy*.