La reciente Ceremonia de Ascenso del Mando Nivel Ejecutivo de la Policía Nacional en San Juan de Pasto no es solo un acto protocolario; es un momento vital de reafirmación del compromiso, la disciplina y la vocación de servicio de los hombres y mujeres que velan por la seguridad en Nariño.
Este ascenso representa una cúspide de logros personales y profesionales. Los integrantes del Nivel Ejecutivo —que abarca desde el grado de Patrullero hasta el Comisario— son el corazón operativo de la institución. Son quienes están en la calle, en los cuadrantes, en la primera línea de interacción con la ciudadanía. Su ascenso significa que han cumplido con creces los exigentes estándares de la carrera, demostrando no solo antigüedad, sino también liderazgo y conocimiento.
El mensaje para la comunidad de Nariño es claro: la Policía está invirtiendo en su talento humano. Cada nuevo grado es una promesa de mayor experiencia y mejor capacitación al servicio de la gente. En un departamento que enfrenta desafíos complejos en materia de seguridad, contar con mandos intermedios fortalecidos es crucial. Estos oficiales y suboficiales son los encargados de traducir las directrices de la alta comandancia en acciones concretas, seguras y cercanas al ciudadano.
Es un orgullo regional ver a estos uniformados ascender. Ellos personifican los valores de #DiosYPatria y son un testimonio vivo de que la carrera policial es una senda de servicio ininterrumpido. Sus nuevas insignias no son solo adornos; son el peso de una mayor responsabilidad.
Ahora, con este impulso de renovación en su Mando Ejecutivo, la expectativa es que la Policía de Nariño intensifique su labor bajo la premisa #SegurosCercanosPresentes. El departamento requiere líderes policiales capaces de construir puentes de confianza con las comunidades, de actuar con contundencia contra el delito y de asegurar que la capital, Pasto, y toda la región, continúen su avance en un entorno de paz.