La seguridad ciudadana no se mide solo en cifras de hurto o microtráfico; su barómetro más sensible es la protección de la vida y la integridad dentro del hogar. Por ello, la reciente jornada de sensibilización de la Policía Nacional en San Juan de Pasto, liderada por la Estrategia de Atención a la Mujer, Familia y Género, es una acción de vital importancia. Es un llamado contundente a la sociedad: la violencia intrafamiliar y el feminicidio son inaceptables y deben combatirse con el mismo rigor que cualquier otro delito.


Del Uniforme a la Confianza

La iniciativa demuestra un entendimiento profundo del problema. La Policía no se limitó a una charla, sino que articuló esfuerzos con la Secretaría de la Mujer y la estrategia municipal Dupla Naranja. Esta colaboración institucional es clave, pues la violencia de género requiere una red de apoyo que trascienda lo policial e incluya lo social, lo jurídico y lo psicológico.

El objetivo de fortalecer los lazos de confianza con la ciudadanía es crucial, especialmente con las mujeres víctimas. El miedo a denunciar, la vergüenza o la dependencia económica son barreras que solo se rompen cuando la víctima sabe que encontrará una respuesta oportuna, sensible y coordinada al otro lado de la línea.


La Patrulla Púrpura: Un Faro de Esperanza

Un elemento central de esta jornada fue la socialización de las líneas y rutas de atención, destacando la labor de la Patrulla Púrpura. Esta unidad especializada es el rostro del compromiso policial con la protección integral de las mujeres. Su presencia no solo es disuasiva, sino que es un faro que guía a las víctimas hacia la justicia y la recuperación.

Al promover entornos seguros, equitativos y libres de cualquier tipo de violencia, la Policía está atacando las raíces de la inseguridad y promoviendo la sana convivencia desde el núcleo familiar. La corresponsabilidad social que promueven es un recordatorio de que la prevención es tarea de todos: vecinos, líderes y la comunidad en general, para que nadie guarde silencio ante el maltrato.


Un Compromiso Más Allá del Deber

La ratificación de la misión policial de velar por la vida, la integridad y la seguridad de las mujeres no es una frase de cajón; es el reconocimiento de una emergencia social. En Pasto y en todo el país, el Estado debe seguir invirtiendo en estas estrategias de impacto. Solo a través de la sensibilización constante, la articulación efectiva y la firmeza en la aplicación de la ley se podrá garantizar que el hogar sea un refugio y no una amenaza.

La violencia contra la mujer es una pandemia social. Aplaudimos la iniciativa de la Policía, que está poniendo la vida en el centro de su misión.