Barranquilla vive horas de luto y angustia tras la muerte de seis personas y la hospitalización de cuatro más en la UCI, víctimas de la intoxicación por consumir licor adulterado, popularmente conocido como ‘Picho’. Esta tragedia, que se repite con dolorosa frecuencia en el país, expone una falla crítica en la salud pública, la seguridad y la vigilancia de las autoridades. No estamos hablando de un accidente; estamos hablando de crímenes motivados por la codicia
La Causa: Avaricia Ciega y Metanol Letal
El licor «elaborado artesanalmente» que cobró la vida de Nicolás Manuel Medrano, Helmot Enrique Escolar, José Felipe Crespo Ortiz, Emiro Alberto Miranda y dos personas más sin identificar, es una sentencia de muerte disfrazada de fiesta barata. Detrás de estas muertes no está el alcohol etílico que buscaban las víctimas, sino el metanol, una sustancia tóxica y mortal que se utiliza para abaratar costos, pero que destruye el sistema nervioso central, causa ceguera y, finalmente, la muerte.
La venta y distribución de este veneno es un acto de terrorismo económico contra los más vulnerables. Quienes consumen estos licores de bajo costo son, a menudo, personas con escasos recursos que buscan un momento de esparcimiento. Los fabricantes y vendedores de ‘Picho’ saben perfectamente el riesgo que están comercializando. Su delito no es solo contrabando o evasión fiscal; es un delito contra la salud pública y la vida.
La Urgencia de la Respuesta Estatal
La tragedia, ocurrida el pasado martes, 23 de septiembre, exige una respuesta mucho más robusta que los llamados a la precaución. Las autoridades deben atacar este flagelo en dos frentes:
- Justicia y Persecución Criminal: Es fundamental que la Fiscalía identifique y capture a los responsables de la fabricación, distribución y venta de estos licores adulterados. Estas personas deben ser juzgadas por homicidio. La pena debe ser ejemplar para desincentivar este comercio ilegal que prioriza las ganancias por encima de la vida humana. Las etiquetas de «contrabando» o «violación de la propiedad industrial» se quedan cortas; esto es asesinato en masa por lucro.
- Vigilancia y Prevención Activa: La Policía y las secretarías de Salud deben intensificar las redadas y operativos permanentes en los puntos de venta y, crucialmente, en los centros de producción. La ineficacia en el control permite que el ‘Picho’ se normalice en los barrios y centros de la ciudad. Se necesita una estrategia de inteligencia policial que desmantele estas redes, no solo incautar unas cuantas botellas