La reciente Operación "Elefante Blanco" en Ipiales, Nariño, es más que una simple incautación; es un mensaje contundente de la Policía Nacional, la Fiscalía y la HSI de los Estados Unidos contra una de las amenazas silenciosas pero más corrosivas para la economía colombiana y la salud pública: el contrabando de cigarrillos.

Esta acción conjunta logró la captura de cinco personas y la incautación de 38.600 cajetillas de cigarrillos, con un valor comercial que supera los $75 millones. Pero el verdadero valor de este operativo reside en el golpe estratégico a una red que no solo evadía impuestos, sino que activamente socavaba el orden público.

El modus operandi de esta estructura revela una sofisticada cadena criminal. La mercancía ingresaba al país por los puertos de Buenaventura y Cartagena bajo la fachada de tránsito aduanero, para luego ser desviada hacia el sur. El destino final era a menudo Ecuador, donde la dolarización de la frontera permitía a la organización triplicar sus ganancias, convirtiendo a Nariño en un punto clave de la ruta delictiva.

Lo más preocupante es el alto grado de organización y descaro: la banda también estaba vinculada a asonadas contra la Policía durante los operativos. Esto demuestra que estas estructuras están dispuestas a usar la violencia y el caos para proteger sus intereses ilícitos.

Un Atraco al Sector Salud y Deporte

El contrabando de tabaco no es un delito menor. Sus consecuencias van mucho más allá de la pérdida económica. El dinero que esta actividad roba al Estado son los impuestos al consumo de tabaco, que por ley están destinados a financiar los sectores de salud y deporte. Cada cajetilla que entra ilegalmente es un recurso menos para un hospital o un programa deportivo.

Cifras como las mencionadas en el comunicado —más de 166 mil cajetillas incautadas entre 2024 y 2025— evidencian la magnitud del problema y, a la vez, el compromiso inquebrantable de las autoridades.

La Policía Nacional, a través de su Unidad de Investigación de Delitos Transnacionales, reitera su compromiso de proteger la economía formal y asegurar que los recursos públicos lleguen a su destino legítimo. El éxito de "Elefante Blanco" subraya la importancia de la cooperación internacional y la denuncia ciudadana.

La invitación a utilizar la Línea Anticontrabando 159 no es solo un llamado a la colaboración, sino un recordatorio de que la lucha contra el crimen organizado es una responsabilidad compartida. Debilitar estas estructuras es blindar nuestro sistema de salud y fortalecer la legalidad en el sur del país.